En este documento se describen los servicios de atención individualizada/familiar, grupal y comunitaria que puede ofrecer el Trabajo Social Sanitario en los distintos ámbitos laborales de atención a la salud: servicios de atención primaria, especializada de apoyo, salud mental ambulatoria, hospitalaria y salud pública.
Las posibilidades de poder ofrecer más o menos servicios de Trabajo Social Sanitario vendrán determinadas por los cálculos de las ratios poblacionales que visualizarán las necesidades de trabajadores sociales en la planificación de servicios de las instituciones, así como por las características sociodemográficas de la población a atender, que determinarán las necesidades potenciales de atención sanitaria y social.
El/a Trabajador/a Social Sanitario permite resolver o paliar problemas sociales presentes y detectar aquellos que puedan aparecer en el tiempo trabajando en su posible solución. Esto aporta a la institución sanitaria una mayor asertividad mediante el desbloqueo de incertidumbres y un ahorro económico en cuanto a reingresos, hiper-frecuentación o disminución del número de visitas domiciliarias de enfermería entre otros.
De igual manera el desarrollo de las funciones de gestión y coordinación permite planificar los servicios de Trabajo Social Sanitario dentro de las instituciones, al disponer de las evaluaciones necesarias para poder ofrecer resultados a las gerencias en cuanto a actividad, ahorro y valor añadido de los servicios de salud, colaborando así en el diseño para la mejorara de la calidad de las prestaciones de salud.
En definitiva la aportación de la dimensión social permite a la institución sanitaria tener una visión más holística de la salud de la población. Esto permite planificar los servicios de forma más adecuada a los cuidados de salud de las personas y facilita un servicio realmente integral, mediante la conexión que ofrece el Trabajador/a Social de Salud con otros servicios de la red social y comunitaria, lo que nos lleva a un verdadero trabajo en red en la comunidad.